"Tierra de Nadie" supuso el gran bajon en la carrera de Baron Rojo. Pierden capacidad autocritica, y en consecuencia entregan estribillos absurdos como el de "Pobre Madrid", letras que cansan y a veces dan grima, y en general la calidad media de las canciones disminuye notablemente. Aun asi tiene buenos momentos como "Tierra de Nadie", "Pico de Oro" o "El pedal", e instrumentalmente la banda conserva su poderio.
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